A finales de los años cincuenta, Uruguay estaba en los inicios de un período de crisis económica, política y social que se incrementaría a lo largo de la década del sesenta y llegaría a su mayor deterioro con el golpe de Estado en 1973. En el ámbito cultural y artístico se sentía la necesidad de asumir un compromiso con la situación del país y, al mismo tiempo, de participar de los procesos renovadores del mundo contemporáneo, aunque persistían aún con mucha fuerza los arraigados a la tradición. Las circulaciones artísticas internacionales, y principalmente las rioplatenses, integraron al Uruguay en un contexto en el que la pluralidad estética, tanto en arte como en arquitectura, habilitó un tiempo de prolífica experimentación y producción. En este trabajo se explora el arte en el espacio público montevideano entre 1959 y 1973 para desentrañar el papel que desempeñaron las expresiones artísticas en ese contexto crítico. Se pretende descifrar si el espacio público fue un lugar de conflicto entre lo hegemónico y lo colectivo, entre lo tradicional y lo nuevo, entre las posiciones estéticas y políticas enfrentadas. Para ello, se analiza el arte en el espacio público de la ciudad en sus distintas modalidades de convivencia y en sus situaciones de conflicto y se abordan las experiencias entre dos polos: el del espacio dado, el de la escultura emplazada en la ciudad por los sectores que tenían el poder. |