Explora el papel fundamental de la calle en la configuración de una serie de subjetividades marginales que cobran recurrente expresión literaria en la España del siglo XIX. Si, siguiendo las famosas exclamaciones líricas machadianas, el camino se hace al andar, un acercamiento a la calle como espacio de ficciones nos emplaza a seguir la trayectoria ambulante de una serie de sujetos andantes que piden ser leídos en el contexto cultural determinante en el que afloran: en la misma calle. Figuras como la prostituta, el mendigo, el cesante, la consumista compulsiva, el ocioso, el trapero, el inmigrante, el adúltero, la mujer insatisfecha o el delincuente, entre otros, se abren camino en el espacio textual para, a través de sus caminares físicos, establecerse como seres pensantes y modernos y afirmar su subjetividad desde los márgenes de la sociedad. |