363 d.C. Tras la batalla de Ctesifonte, Marco Probo decide exiliarse en la Dacia, un territorio ocupado por los godos. El militar y lósofo romano es el primer preceptor de Alarico, cuyonacimiento durante un eclipse alienta la leyenda de que el niño conseguirá unir a la nación goda y construir el más grande imperio conocido. Sin embargo, el joven pronto se ve separado de los suyos cuando el emperador Valente impone unas humillantes condiciones al pueblo godo, que busca desesperado su apoyo ante la amenaza de los hunos. Junto con los hijos de otros cincuenta caudillos godos, Alarico es tomado como rehén por el Imperio y debe vivir exiliado en Alejandría, Atenas y Constantinopla. Esos años marcarán su amor por Roma, pero también se convertirá entonces en el más temible de sus enemigos. |