Adiós a casi todo es, por el momento, la última entrega de los diarios de Salvador Pániker. Abarca el período que va de 2010 y refleja, como de costumbre, su vida más íntima, algo de crónica social y una relación de ideas filosóficas. Escrito con una cierta voluntad autoterapéutica, no deja de ser un relato sobre esa devastación llamada vejez con algunas posibles respuestas. El lector encontrará, así, una paideia cada vez más elaborada y una propuesta digamos «musical» para afrontar la parte finale de la vida humana. Conceptos como vocación, música propia, ecumenismo, hibridismo, retroprogresión o espiritualidad laica se van articulando a lo largo de esos diarios configurando si no un «sistema» sí una ermanente invitación a que cada cual sea el maestro de sí mismo, una visión del mundo genuinamente pluralista y un modo de afrontar el gran escándalo del sufrimiento humano, que es una de las preocupaciones permanentes del Pániker maduro |