A media página quiere hacer recordar, por débil que sea su estímulo, el papel que a todos nos corresponde, en pensar y saber, y alude también, con seriedad, ironía, humor y hasta sarcasmo, a las idolatrías modernas, que semejan tapones del pensamiento. Algunas páginas del libro, son fruto de reflexiones y experiencias del autor, pero la mayoría de ellas, se deben a comentarios sobre autores admirados por él y por otros. Un libro para creérselo o para discutirlo sin acritud, y alguna cosa más que el buen lector encontrará en él. |