Ítaca es nunca es la historia del regreso a un país, a una casa, a la madre. Y allí, junto a la madre que ha perdido la memoria y «emprende cada día/su viaje para siempre», está el clímax del relato, su mayor conmoción. Una madre dejando de ser madre, en una casa dejando de ser casa, en un país dejando de ser país. Una tragedia colectiva, histórica, y un drama íntimo. Pero la poesía no es solo un relato, va siempre más allá. Y es con la poesía como Cristina Falcón Maldonado logra lo imposible: escribir lo que no se puede decir ni callar. Pero país. Pero casa. Pero madre. Sin posesivos, sin posesiones, sin cópula. Como las ausencias en las que se convierten las palabras |