"Este libro resulta de un deseo simple e incumplido. Durante bastante tiempo quise volver a un relato escrito en los 90, en condiciones que me parecieron únicas. Pero cuanto más porfiaba el deseo de reescritura, más se perfilaba la historia como documento de trances particulares. El relato se exhibía como prueba, la experiencia como anomalía. De este modo el original adquirió una condición mentalmente definitiva y se cristalizó en su singular circunstancia.Entonces decidí tomar Cinco como lo que había sido en un principio: una historia devocional, en parte ofrendada a unos pocos y admirados títulos. A la pregunta improbable acerca de lo que se puede hacer a partir de una ficción, añadí una respuesta: proponer una explicación. Una explicación que no explique sino que subraye los puntos de una historia inconclusa, a la manera de un bordado incompleto. Un relato no menos ficticio, pero instalado en esa zona oculta, o movediza, que es la intervención explicativa.De ahí el deslizamiento de Cinco a 5. El número busca indicar aquello apenas aludido por medio de las letras. No se trata de la búsqueda de lo cierto, sino de una confianza en la explicación como modesta y atenta disposición comunicativa; o sea, como forma paralela a la ficción –en ocasiones muda–." |